Las fuertes y contínuas lluvias que durante los últimos día han caído en Los Pedroches(y en el resto de España) hacía peligra nuestra familiar excursión navideña por alguno de los bellos parajes del norte de Córdoba.
Una inesperada tregua meteorológica en la tarde del día de Navidad nos permitió recorrer un sorprendente paraje mas propio de tierras del norte donde buscaremos el estrecho barranco que forma el
arroyo Zurriango, que en ese momento, llevaba un importante caudal gracias a las fuertes lluvias. Mas adelante llegaríamos hasta las más altas cotas de estas sierras subiendo hasta el alto del
Cerro la Reina, desde donde se tiene unas magníficas vistas de estas sierras.
Estas solitarias sierras, que sirven de limite entre los términos municipales de Bélmez y Villanueva del Duque, está formada por un conjunto de pequeños cerros donde abundan los pinares repoblación mezclados con olivares serranos. En las zonas mas abruptas también encontraremos manchas del antiguo bosque mediterráneo con numerosos pies de encinas, alcornoques, quegijos e importante variedad de arbustos.
Para llegar hasta este punto deberemos coger la pista del kilómetro 4 de la carretera A-435. Durante el recorrido por la pista, podemos ver las numerosas lagunas que se han formado con las copiosas lluvias caída en los últimos días. Refugidas bajo las encinas, encontramos a las famosas grullas que durante este periodo del año se nutre de las bellotas en las dehesa villaduqueñas.
No debemos abandonar esta pista hasta llegar al cruce con la carretera del Irida que une Pozoblanco con Belmez. El estado de esta carretera es muy lamentable, aunque se encuentra asfaltada, los numerosos baches que encontraremos hará muy dificil la conducción. Giraremos a la dechera para llegar hasta nuestro punto de comienzo en unos 300 metros una vez pasado el
Cerro de la Romera. Dejaremos el coche junto a una cancela que impide la circulación a vehículos por la pista que continúa.
Comenzaremos a andar por la ancha pista. La lluvia ha dejado de caer pero el ambiente es muy húmedo y en cualquier momento puede comenzar a llover. La primeras manadas de ciervos huyen al vernos(u olernos) hacia las partes más altas y tupidas de los cerros.
Cuando llevamos poco mas de un kilómetro andando abandonamos la pista para seguir por un camino que sigue paralelo al arroyo Zurriango. En este punto comienza la parte más sorprendente y bella del recorrido. Ahora podemos apreciar el potente caudal de agua que lleva el arroyo.
El camino empieza a encajonarse por una garganta por la que se abre paso el arroyo. La fuerte lluvia ha producido algunos desprendimientos de piedra dejando los restos en el camino. En las zonas mas arenosas podemos apreciar las pisadas de la fauna salvaje que habita la zona. Como no sabemos distinguir huellas, suponemos que serán de jabalín, ciervos o zorros. En el punto del confluencia de arroyo Zurriango y el arroyo de la Bañas nos vemos obligados a badear el cauce de agua con alguna dificultad. Tiramos algunos pedrusco para construirnos un rústico puente que nos facilite el paso pero no consiguen evitar que nos mojemos en la frías aguas.
La niebla ocupa las partes altas de los cerros lo que nos impide ver las formaciones rocosas de Peñaladrones. Entre la humedad del ambiente, el importante caudal de los arroyos y la frondosa y variada vegetacion parece que estamos recorriendo Picos de Europa o Pirineos.
Tras tener que cruzar de nuevo el arroyo con bastante dificultad, llegamos hasta el punto donde se une el arroyo de la Gargantilla. Un puente sirve para cruzar, pero nosotros decidimos seguir en dirección contraria para subir hasta el
Alto del Cerro la Reina( 821 m.).
Comienza el tramo mas complicado del recorrido. Una fuerte pendiente que nos llevará hasta la parte más alta de la ruta. Cuando he recorrido en bici este tramo, siempre he tenido que poner pie en tierra. A parte de la dura pendiente, la cantidad de piedras que hay en el camino hace difícil la subida. La noche se está echando en cima y tenemos que aumentar el ritmo para encontrar la pista que nos devuelva a nuestro origen. Aunque conozco la zona, las inclemencias meteorológica pueden ponernos en peligro. En estos momentos recordamos a los chavales que se han perdido en La Carolina buscando setas. Cuando coronamos el
Cerro La Reina, es practicamente de noche. El frío, la niebla y el fuerte viento nos obliga a no permanece y continuar nuestra marcha. A parte no podemos ver nada.
Bajamos por el cortafuegos hasta el collado donde se encuentra un cruce de caminos. Desgraciadamente, tenemos que volver por la pista que iniciamos nuestro recorrido.
| Mi inteción hubiera sido seguir por el cortafuegos para hacer un recorrido circular y más atractivo pero no podemos arriesgar de noche y con las malas condiciones meteorologicas. |
El regreso por la pista es fácil y sin problemas. Abrigados y con buen paso, vamos conversando sobre la historia de un vecino de Villanueva que hace más de cincuenta años se ganaba la vida capturando lobeznos de la madriguera y luego iba pidiendo recompesa en los cortijos vecinos. Eran otros tiempos y los lobos ya no habitan esta tierras ¿lamentablemente?.
Cuando comienza una tímida lluvia llegamos al coche y es noche cerrada.
Os dejo una foto de un sorprendente e inusual río Cuzna a su pasa por las Morras. Desgraciadamente, tantas lluvia no me ha permitido más recorridos durante esta Navidades. Algunas de la rutas que tenía previsto hacer, las tendrés que posponer en momentos de mejor climatología. ¡ Menuda primavera verde y florida que nos espera !
Como siempre os deje el track GPS en
Wikiloc.
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