Estación Belalcázar y río Zújar( y II Parte)

En la segunda y última parte del recorrido nos acercaremos al extremo noroeste de la provincia de Córdoba donde recorreremos la preciosa vega del río Zújar que hace de frontera con tierras extremeñas y además tendremos la posibilidad de visitar los más interesantes conjuntos monumentales de la comarca de Los Pedroches.

(... viene de "La Casa de las Bóvedas. Sierras de Santa Eufemia. (I parte)")
estacion ferrocarril belalcázar
En principio no tenía pensado llegar hasta la Estació de ferrocarril pero después del tormentoso camino final que me llevó hasta La Casa de las Bóvedas, mis costillas no estaban para más golpes y decidí cambiar la subida al castillo de Madroñiz por la visita a la cola del pantano de La Serena y la Estación del Belalcázar.

sierras de Santa eufemia

No sé que extraños motivo motivaron la construcción de la llamada Estación de Belalcázar en un lugar tan apartado y distanciado en 21 kilómetros de la localidad de Belalcázar. Lo lógico hubiera sido haber construido la estación en la misma localidad o un lugar más próximo. El cambio mereció la pena, la mezcla de estación abandonada, naturaleza arrebatadora y el azul del agua del embalse da al lugar un encanto muy especial.

Nada mas salir de la Casa de las Bóveda, continúo mi camino en dirección a mi próximo destino. A los pocos metros, me encuentro con unos caballos que andan sueltos por el campo. Al verme, se acercan a mí, pero al ver que no tenía intención de ir hacia ellos, se paran y esperan prudentemente junto a unos setos. ¡Menos mal! Me había empezado a entrar el canguelo. Supongo que creían que era el que les iba a dar de comer.

sierras de santa eufermia
No me había bajado la adrenalina de la sangre y las pulsaciones todavía, cuando a pocos metros de mi, veo como se está formando una manada, cada vez mayor, de equinos que se encontraban dispersos por estos pastos y que se empiezan a agrupar delante mía. Decido continuar y no parar con la esperanza que se vayan dispersando y me dejen pasar tranquilamente. Nada, no hay suerte, los cuadrúpedos decide continuar andando por el mismo camino. Mantengo la distancia, en cabeza un par de caballos empiezan a morderse y a enfrentarse. Me paro un poco. En la cola del grupo, un gran caballo blanco se para de vez en cuando para observarme con una mirada, que a mi me parece llena de inteligencia. En esta situación estamos hasta que llegamos a unas casas, donde los caballos abandonan el camino y puedo seguir sin preocupación.

estacion ferrocarril belalcázar

Mi suerte no era completa. Ahora lo que tenía delante era una manada de burros. ¡Nunca me había encontrado en tal situación! Estaba acostumbrado a ovejas, vacas, incluso cerdos pero burros y caballos, nunca. La película se desarrolla, más o menos, como con los caballos. Afortunadamente, por fin, llego a la carretera que une la estación de Belalcázar con Santa Eufemia. ¡Qué tensión!

estacion ferrocarril belalcázar
En la carretera decido cambiar de recorrido como contaba antes. El asfalto me vendría mejor a mis maltrechas costillas. Al poco rato, empiezo a ver la cola del pantano de La Serena, el paraje es bastante bonito. Las lluvias del invierno han llenado por completo el vaso del embalse y los primeros calores primaverales han dado un toque de color a los campos. Unos metros más adelante, un grupo de cigüeñas sobrevuelan mi cabeza, tienen sus nidos junto a la vieja estación de ferrocarril. Antes habré pasado junto a un puente que comunica ambos lados del río y que nos permite entrar en tierras de Badajoz. Un cartel prohíbe el paso a vehículos, creo que por estar la carretera cortada más adelante.

embalse de La Serena
El río Zújar es un río de España, el afluente más caudaloso del río Guadiana por la margen izquierda. Nace en la provincia de Córdoba, cerca de Fuente Obejuna, en la Fuente de la Santanilla situada en el paraje de La Calaveruela (733 msnm). La fuente se sitúa a la falda del Cerro de la Calaveruela, dentro del término Municipal de La Coronada, aldea perteneciente al Municipio de Fuente Ovejuna. Los primeros 4 km del río transcurren íntegramente en la provincia de Córdoba, y a partir de ahí, en el lugar conocido por los lugareños como Huerta del Zújar, pasa a ser límite provincial entre Córdoba (Andalucía) y Badajoz (Extremadura), hasta su desembocadura en el Embalse de La Serena.
Extracto de la Wikipedia-río Zújar.


embalse de La Serena

Sigo en dirección a Belalcázar, tengo por delante unos 20 kilómetros de asfalto. Tras una curva comienzo a contemplar la bella estampa del Castillo de Madroñiz situado en la parte alta de un enclave rocoso en un recodo del río Zújar. La panorámica puede que sea de las mejores que podamos contemplar en la comarca.

Castillo de Madroñiz

El Castillo de Madroñiz es una antigua fortaleza árabe en bastante buen estado de conservación(por lo menos desde fuera). Al parecer, sus dueños alquilaban sus habitaciones a cazadores y amantes del descanso, pero el excesivo gasto de tener abierto el castillo como hospedería, les hizo cerrarlo al público. No me extiendo más y prometo volver para sacar algunas fotos y, si es posible, visitar sus dependencias.
Castillo de Madroñiz
Un kilómetro más adelante me encuentro con la junta de los río Guadamatilla y Zújar. Este punto se ha convertido en un pequeño paraíso para la fauna acúatica desde que la construcción del embalse de La Serena hiciera aumentar el nivel del agua, llegando hasta este punto el final de la cola del embalse.

Castillo de Madroñiz

Si nos acercamos con cuidado, quizá podamos contemplar la sorprendente actividad del martín pescador, zambulléndose en las aguas del río buscando un pequeño pez con el que alimentarse. Menos difícil será encontrarnos con la garceta común, garza real, zampullín chico, ánade real, focha común u otras aves acúaticas que frecuentan este lugar.

junta de ríos Guadamatilla y Zújar
Nos alejamos de los abruptos montes que hemos encontrado en las inmediaciones del embalse y del castillo para recorrer los suaves relieves alomados hasta Belalcázar. Alguna granja corona las lomas desaborladas y pequeños rebaños de oveja dan buena cuenta de los primeros pastos primaverales. Apena me cruzo con vehículos de motor durante mi recorrido. El último tramo se hace algo más duro debido a que pica hacia arriba.

panorámica del Castillo de Sotomayor y Zúñiga desde el monte malagón
Pocos metros antes de desembocar en la A-422, me desvió por un pinar con la esperanza de evitar la carretera nacional. Sin saberlo, he entrado en el Monte Malagón. Un frondoso pinar que se vuelve algo traicionero debido a sus fuertes y constantes subidas y bajadas. El entorno cambia de forma considerable. Este parque periurbano de 500 hectáreas de pinar dispone de múltiples pistas forestales para practicar senderismo, cicloturismo y otras actividades relacionadas con la naturaleza (como la recolección de níscalos, esponjes etc.). Magnífico lugar.
Belalcázar
Desafortunadamente, no encuentro la forma de evitar la carretera desde el Monte Malagón hasta Belalcázar por lo que tengo que recorrer los apenas 2 kms por la carretera A-422.

A partir de Belalcázar el regreso a casa es conocido. Podéis ampliar información en mi anterior ruta El Señorío de Belalcázar. Si me gustaría acosejaros una visita reposada a la localidad con tiempo para visitar las dos joyas monumentales como son el impresionante y grandioso Castillo de Sotomayor y Zúñiga que domina y protege la villa y el Convento de Santa Clara, monasterio de clausura donde viven 8 monjas y es considerado el mejor ejemplo de conjunto conventual de la provincia de Córdoba.

Convento de Santa clara de belalacázar
Dejo aquí mi descripción de la ruta indicando que el regreso a Villanueva del Duque lo realicé siguiendo el camino Mozárabe desde Hinojosa del Duque, pasando entre medias por Fuente la Lancha.

Convento de Santa clara de belalacázar
El recorrido, aunque largo(107 kms), me ha dejado unas sensaciones estupendas y me ha permitido conocer la parte noroeste de la provincia de Córdoba. He visitado lugares sorprendentes como el paraje de la Estación de Belalcázar y las confluencias de los ríos Guadamantila y Zújar y sitio cargados de historia como el Castillo de Madroñiz y Las Cása de las Bóvedas. Os recomiendo encarecidamente que repitais esta estupenda ruta.

Como siempre os dejo el track en Wikiloc.



PD: Esta ruta me ha despertado la curiosidad por conocer dos lugares que espero visitarlos en los próximos meses. Uno, está bastante claro y es el Castillo de Madroñiz, el otro ... ¿os haceis una idea de cual puede ser?
La respueta está en el texto.

La Casa de las Bóvedas. Sierras de Santa Eufemia. (I parte)

No sé de que forma había llegado hasta mi la existencia de un paraje perdido donde se mantienen en pie las ruinas de lo que hace tiempo fue una antigua casa solariega que llaman La Casa de las Bóvedas.

La ruta tenía todos los condimentos que me gusta: un recorrido desconocido, el encanto de un paraje olvidado por el paso del tiempo y una buena distancia en kilómetros con la que entrenar un poco.

Debido a la distancia y a los numerosos hitos que creo interesante que conozcáis he decidido dividir la ruta en dos partes para hacerla más amena: La Cása de la Bovedas será la primer parte y Estación de Belalcázar-río Zújar será la segunda parte.

rio Guadarramilla
Había dejado para el penúltimo día de mis vacaciones de Semana Santa esta ruta de larga distancia. Era Domingo de Resurrección y la familia tenía planes, las niñas con mis padres al campo a comer y mi mujer también disfrutaría de unas horas para ella sola. Tenía vía libre. Para esta ruta necesitaba de tiempo y de no estar presionado con llegar a una hora determinada a casa.

El recorrido era desconocido en su mayor parte, no sabía lo que me iba a encontrar ni conocía el estado de los caminos, temía encontrarme caminos cortados, arroyos infranqueables o que me diera una "pájara". Más o menos tenía una idea clara por donde iba a ir pero, como en todas expediciones, los contratiempos y errores te hacen ir cambiando los planes. Incluso mi propia curiosidad e impresiones puntuales fueron modelando un recorrido que finalmente salio perfecto. Volví encantado del recorrido que me había salido. Había sido una ruta que tenía de todo y que a pesar de la distancia(107 kms) tenía algún tramo asfaltado que hacía más fácil completarla. Bueno,... casi encantado.

Sierra de Santa Eufemia
A un par de kilómetros de la salida desde Villanueva del Duque sufro una inoportuna caída propia de novato. En una pequeña rodera, y casi parado, doy con mi cuerpo en el suelo con la mala fortuna de golpearme el costado derecho. Aparentemente no había sido nada pero cuando me subo a la bici, noto que el traqueteo propio de la bici me ocasiona una ligera molestia en el pecho. Pensé que pronto se iría el dolor. Aún hoy, diez días después, este dolor perdura y me ha dejado en "dique seco" durante estos días pero en ese momento no me importó para completar los planes que tenía pensados. Mucho tiempo pensando en esta ruta para que un golpe en el pecho me impidiera completarla.

Los primeros kilómetros son conocidos. Tras cruzar Villaralto rápidamente sigo hasta El Viso. A penas toco el casco urbano de esta localidad buscando los caminos que me dirijan hacia el Cañada Real de la Mesta. Son muchos los caminos que llevaban hacia esa dirección, pero con la construcción del Embalse de La Colada han quedado inutilizados. Voy más o menos enlazando caminos en esa dirección, hasta que en una granja de pollo paro a preguntar a unos vecinos por el camino correcto y más directo. Tras unos minutos donde les cuento mis plantes, me informa por donde debo ir, para ello me indica el camino y me informan de las dificultades que tendré en pasar por el río Guadarramilla debido al insospechado caudal que lleva.

Tras llegar al río confirmo las sospechas. Cruzar el río montado en bici por el camino es una mala opción, demasiado caudal, algo de profundidad y anchura considerable. Hacia el lado izquierdo, encuentro un paso factible por una especie de presa, que aunque me mojos los pies es fácil de cruzar. Dejo el río atrás y remonto un fuerte repecho hasta encontrar la carretera que se dirige hacia la Colada y en paralelo a ella la Cañada Real de la Mesta.

Abandono la Cañada para seguir por un camino que sigue en dirección norte. Empieza la parte interesante y desconocida para mí. Los primeros kilómetros no tienen dificultad algunas salvo puntuales repechos. Voy bastante entretenido disfrutando del interesante paisaje que se me presenta con la Sierra de Santa Eufemia de telón de fondo. Son varios los cortijos por los que paso: Linarejos, del Búho, Covatillas,… que hacen distraído el recorrido. Al cruzar la carretera que une Santa Eufemia con Belalcázar el camino está en peor estado. Hemos pasado de recorrer extensos campos de cultivo y dehesas aclaradas por caminos blancos y fáciles de circular a entrar en terrenos más abruptos de caminos rojos y ocres donde las piedras y las huellas de los tractores dificultan el pedaleo.


Finalmente llego hasta una pista donde el paso del tiempo y la falta de conservación está eliminando la capa de asfalto. Estoy en la carretera que une la Estación de Belalcázar con Santa Eufemia. El panorama me incita a desechar la opción de seguir por la carretera y sigo en dirección a unos enormes canchales que llaman poderosamente mi atención. Una fuerte subida me deja junto a esos canchales y a una granja abandonada. Dudo si seguir o darme la vuelta. Con precaución y temor a que unos mastines salgan a mi encuentro, me acerco a inspeccionar la construcción. Debe de llevar algún tiempo abandonada. Continúo por el camino que sigue por el costado izquierdo de la granja.
Canchales Sierra Santa Eufemia
Toda la cota que había ganado la pierdo en pocos metros, tras un descenso fulgurante que me deja junto a un pequeño arroyo. Decido seguir por el camino que sigue paralelo al arroyo. La opción es inevitable si no me quiero apartar de mi destino pero el camino es horrible de piedras. Sufro mucho por el golpe en las costillas lo que me obliga ir muy despacio. El paisaje es espectacular, agreste, duro y solitario. Tras atravesar de nuevo el arroyo y continuar unos metros por el camino, me desvío hacia la derecha. Estoy en la peor parte de todo el recorrido. El camino pica hacia arriba con un desnivel considerable y mucha piedra. Voy sufriendo pero con mucha ilusión, estoy llegando a mi destino. Estoy ansioso por conocer La Casa de las Bóvedas. ¿Raro que es uno? Tras cruzar una cancela, la cual vuelvo a cerrar, vuelvo a bajar para volver a subir. Este camino es un rompepiernas.
coto cercano Casas de las Bovedas
De pronto me topo con una valla cinegética(de las altas). Me encuentro algo confundido. No sé si estoy dentro o estoy fuera de la finca cinegética. ¡Pero si yo no he pasado por ningún sitio prohibido! Entonces debo estar fuera… pero tiene pinta que estoy dentro del coto de caza... ¡Más confusión!
Llego a un pequeño collado desde donde se pueden comtemplar de unas magníficas vistas y cruce de caminos donde se presentan dos opciones. Dudo si saltar la valla o seguir por un camino que baja. Al otro lado de la valla sigue paralelo otro camino en mucho mejor estado que por el que voy yo. Decido seguir. Según bajo, con mucha precaución, veo La Casa de las Bóvedas al otro lada de la valla. Me temo que voy a tener que saltar pero…. ¡suerte! Una cancela bastante grande y sin candado. Abro y cierro. Ya estoy en mi destino deseado.

No he podido conseguir mucha información de la Casa de las Bóvedas. Sólo he conocido que fue erigida en el siglo XV y que lugar de solaz y descanso de los Señores de Santa Eufemia.
Como curiosidad sorprende que este paraje pertenezca al término municipal del El Viso.

La casa se encuentra en bastante mal estado, como podéis comprobar en las fotos. Desconozco la propiedad de la misma y veo difícil, por lo apartado del lugar, que un negocio de turismo rural pueda sufragar el gasto que conllevaría su restauración. Supongo que terminará engullido en un coto cinegético que haga desaparecer este singular y apartado tesoro de Los Pedroches.

El paraje es precioso y un buen lugar para pararse a comer.

Sigue la segunda parte del recorrido por La Estación de Belalcázar-Río Zujar

El Hundidero. Sierra de Pozoblanco

Aunque algo dura la ruta por El Hundidero es idónea para el ciclista que quiera hacerse una idea de la zona más abrupta de la comarca de Los Pedroches. El recorrido nos ofrecerá un variado paisaje entre los que destacan las famosas dehesas de encinas, las manchas típicas de monte mediterráneo o las verdes zonas de pastos pero donde destacan por su difícil ubicación, los olivares serranos cultivados en las fuertes pendientes de los cerros.

El Hundidero

Hace unos días el grupo conservacionista Guadamatilla informaba de la realización de una ruta por el paraje serrano denominado El Hundidero. Situado a unos 18 kilómetros al sur de la localidad cordobesa de Pozoblanco, de la ruta comentaban, que aparte de ser de una gran belleza paisajista, era muy frecuentada por ciclistas de montaña debido a su dureza de sus rampas. Ante tales indicaciones no me quedaba mas remedio que acercarme por la zona y comprobarlo con mis propios ojos.


Una vez decidido ir hasta la zona me quedaba por resolver el camino que debería llevar. Afortunadamente encontré en Wikiloc una ruta mountainbike que saliendo desde Pozoblanco se adentraba en la zona en un recorrido circular. Enganchar desde Villanueva del Duque con la ruta marcada era fácil, sólo había que llegar hasta las minas de los Almadenes y seguir hasta la Atalaya.

El primer tramo me resultó bastante fácil, sólo había que seguir por caminos ya conocidos y con ayuda del GPS seguir el track cargado. El único problema era sortear los numerosos charcos que todavía resisten en los caminos y evitar coger una rodera de mala manera que hiciera que diera con mis huesos en el suelo.

Los Pedroches

Salí de Villanueva del Duque por la carretera rural que sale a la carretera N-502 a la altura del Centro Hípico. Tras un pequeño tramo de camino salgo a la pista asfaltada que se dirige al Centro de Tipificación de la Coovap. Hubiera optado por otra ruta, evitando el asfalto, pero prefería reservar fuerza para lo que me esperaba.

Tras dejar atrás las instalaciones de la Coovap continúo sin abandonar el camino por una zona de monte bajo y pequeñas fincas. Al llegar a las minas de los Almadenes gira a la izquierda y llegar hasta el pequeño núcleo de La Atalaya (¿creo que se llama así?). De nuevo un giro, esta vez a la derecha, para seguir por la denominada Vereda de la Gargantilla. Este tramo es bastante interesante debido a lo sinuoso del descenso hasta la carretera CO-6410.

La Loma del Puerco

Ahora quedan dos kilómetros por carretera lo que facilita la subida que hay que realizar por La Loma del Puerco. En un pequeño puerto, desde donde se puede apreciar una excelente panorámica de estas sierras, debemos tomar una pista forestal que sale a mano izquierda. Tras un pequeño tramo en ascenso, seguirá un largo y divertido descenso por un camino que sigue las cotas máximas de estos cerros. El camino es ancho y recorre unos grandes cotos de caza donde podemos atisbar la presencia de ciervos, a los que asustamos a nuestro paso.

sierra morena cordobesa

En la parte final de estas lomas encuentro una gran depresión que baja hasta un arroyo, luego me entero que se llama Arroyo Cañada. Estamos dejando el monte mediterráneo y entramos en los dominios del olivo, los cuales literalmente cuelgan de las fuertes pendientes de los cerros. El descenso hasta el arroyo es peligroso, fuerte pendiente, grandes piedras y profundas grietas pone en peligro mi estabilidad sobre la bici. Por la profundidad del barranco, en un principio creo haber llegado hasta El Hundidero, pero compruebo en el GPS que aún me quedan algunos kilómetros todavía.

Arroyo Cañada

Si peligroso fue el descenso, tremendo fue el ascenso. Acostumbrado a llevar una tendencia negativa, encontrarme con estas duras rampas, me disparan las pulsaciones y los primeros síntomas de fatiga. Además me encuentro con una cancela con candado que debo saltar. A los pocos metros llego a la carretera CO-6411.


Otro pequeño recorrido por asfalto para llegar, por fin, al comienzo del Hundidero. El comienzo es relativamente tranquilo, lo que nos permite contempla el tupido y verde manto verde que cubre estos cerros, que parecen más elevados que por los que venimos. A nuestra izquierda monte mediterráneo, a nuestra derecha largas hileras de olivos. Por el fondo del barranco, un tímido arroyo Tomilloso se abre paso entre estos altos cerros. El lugar, tranquilo y apacible, es un buen sitio para tomar un descanso y aprovecha para beber y comer algo.

Olivares serranos en los pedroches

Después del pequeño avituallamiento continúo mi camino, esta vez, toca subir. Las rampas son duras, el terreno agreste y estamos rodeados de olivos. Además encuentro numerosas vallas en las que debo parar perdiendo el ritmo y con la dificultad añadida de tener que arrancar en cuesta.

El Hundidero

La vida aquí debe ser dura, no sólo la recogida de aceitunas en esta orografía tan accidentada tiene que ser una tarea ardua, sino que el trabajo de arado, poda y demás tareas de mantenimiento debe senr bastante difíciles y costosas. Yo sólo puedo hacerme una idea de la dificultad de acceso por estos caminos con rampas de gran pendiente. Tardo mucho en superarlas, ahora entiendo que los ciclistas locales incluyan este duro tramo en sus rutas, ya que sirve para medir las fuerzas y habilidades que uno tiene. El tramo termina en otra carretera, esta vez es la CO-6413.

entrada al Hundidero

Es hora de regresar a casa, para ello, apenas seguimos 200 metros por carretera en dirección a Pozoblanco, para desviarnos por un camino que aparece a nuestra derecha. El terreno se suaviza y las plantaciones en hilera de olivos dan paso a cálidas dehesas de encinas encerradas en muros de piedra. Es el paisaje típico de Los Pedroches, el que seguro, será la imagen idealizada que la gente de fuera tenga de esta comarca.

Santuario Virgen de LunaLos caminos se encuentran en mal estado por influencia conjunta de la lluvia y el paso de vehículos de motor que han dejado sus profundas huellas en el terreno. El siguiente punto es el Santuario de la Virgen de Luna.

Antes deberé cruzar un arroyo en el que me mojo los pies. Mal asunto, ya no se secarán y en el último tramo de la ruta me pasará factura. En este conocido lugar de romería y culto paso a pedir agua al guarda que la ermita. Este hombre me vuelve a salvar la vida, sin agua, las hubiera pasado bastante mal hasta Pozoblanco. La última vez que le pedí agua fue el año pasado en mi ruta a Cardeña.

dehesa en Los pedroches

Como no quiero llegar de noche (aunque llevo el foco), sigo por la pista asfaltada(a medias) hasta Pozoblanco. Creo que son algo más de 10 kilómetros que hago rápido, ya que he recuperado fuerzas gracias al agua y a un gel. Cruzo Pozoblanco por la Ronda de los Llanos sin pararme. El último tramo hasta Villanueva del Duque la realizo pasando por la Ermita de San Martín de Añora, se desvía un tanto del camino recto, pero me apetece más. Además de evitar la depuradora y cruzar el arroyo, el entorno es más bonito. Llego a Villanueva con los pies congelados, apenas unos tímidos rayos de sol aparecen por el horizonte y la temperatura ha bajado bastante. Ahora ducha, cena y a la procesión de Jueves Santo.

Una vez en casa y visto los datos de la ruta, me sorprendo del alto índice IBP(110BC) que tiene la ruta para una distancia relativamente corta(78,496 Kilómetros). La clave ha sido el Desnivel positivo superado(1493,35 metros). El recorrido duro se ha concentrado en el tramo central de la ruta, un comienzo y un final fácil hace que la ruta a pesar del D+ sea asequible.

Como siempre os dejo el track GPS en Wikiloc.

La sierra cercana a Villanueva del Duque no son más que una docena de pequeños cerros que no superan los 900 metros del altura y que están enclavados en los términos municipales de Bélmez, Espiel y Villanueva del Duque.

La Sierra de Villanueva del Duque

Cerro El Sordo, el Gavilán, la Romera, el Castillo del Viñón, Pelayo o Peñaladrones son algunas de las cotas más importantes y altas de estas sierras donde alternan pinares repoblados a mediados del siglo pasado, pequeños cultivos de olivos y numerosas manchas de bosque mediterráneo donde la encina y algunos pies de alcornoque nos recuerdan el bosque primitivo que pobló estas sierras.


Para el recorrido por estas sierras conté con la compañía de Fran Delgado, "cuervo" de nacimiento y gran amante de estas tierras. Fue una tarde interesante donde conocí los "otros" nombres de estos parajes, esa toponimia local que hace referencia a los dueños, o antiguos dueños, de estas tierras que no vienen en los mapas. Nombres y hombres de gentes que vivían a duras penas arrancando de los olivos, de pequeñas huertas, de la caza o del ganada el derecho a vivir día a día. Fue toda una experiencia.


El recorrido fue improvisado, en cada cruce decidimos por donde tirar, en cada cerro elegíamos el siguiente y así se fue sucediendo la tarde. Me satisface mucho, el reconocimiento que hizo Fran a mi conocimiento de la sierra. En un par de ocasiones le mostré un par de senderos desconocidos para él. Han sido muchas horas las que me he tirado por estas sierras solo dando pedales remontando cada cuesta, siguiendo pequeñas sendas y descendiendo pronunciados cortafuegos.


Por algunos de estos olvidados caminos hacía tiempo que no pasaba, también hacía tiempo que no venía por el pueblo y recorría su término. Algunos han sido acondicionados y todos han sufrido las fuertes lluvias de estos últimos meses y han quedado en un estado deplorable. Incluso el viento, junto con la humedad del terreno, ha tirado grandes e imponentes pinos al suelo, cortando algunas de estas sendas y veredas con sus troncos.


También hubo momentos para el descubrimiento de nuevos caminos. Esta zona es tan amplia y cuenta con una red impresionante de caminos que hace difícil conocer todos ellos. Dejamos para otra ocasión subir por un fortísimo cortafuegos hasta lo alto del Castillo del Viñón, quedándonos a unos 100 metros pero el fuerte ascenso nos echó para atrás en el intento, dejándolo para futuras ocasiones.


Algo antes de que el sol se pusiera, llegamos al pueblo con la satisfacción de una magnífica tarde pasada en la sierra. Con unos 50 kilómetros, 882 metros de desnivel positivo y un índice IBP de 63BB, el recorrido no siendo difícil, si es exigente y requiere de cierta fortaleza en algunos momentos y de algo de técnica debido a las numerosas piedras y grietas que han quedado en el camino tras el duro invierno.


En futuras ocasiones buscaré a Fran para que me acompañe en próximos recorrido por estas sierras y por otras cercanas. El término municipal de Villanueva del Duque en particular y la comarcar de Los Pedroches en general son unos magníficos lugares para practicar bicicleta de montañas, donde el aficionado encontrará tranquilos recorridos cicloturistas por cañadas y veredas, extenuantes tramos rompepiernas con cortos repechos o desafiantes descensos por cortafuegos donde lanzarte a "tumba abierta".



Como siempre os dejo el track GPS en Wikiloc.



[Entrada publicada conjuntamente en el blog de JFDELAFUENTE]