El término cortijo se refiere tanto a la extensión de terreno dedicada al cultivo o a la ganadería, como al conjunto de edificaciones situadas en su término y que sirve de apoyo a la realización de las labores agrícolas.
Reconozco que tengo autentica fascinación por los cortijos. Siempre que puedo y tengo oportunidad no dejo de visitar alguno. En mis rutas con la bicicleta de montaña paso junto a muchos, algunos todavía desarrollan alguna actividad agro-ganadera, mientras que otros están en autentica ruina.
El cortijo forma parte de la rica variedad de edificaciones rurales con la que cuenta Andalucía. Siendo esta tipología, junto con las haciendas y los lagares los mas representativos y con mayor interés arquitectónico, histórico y antropológico.
Los cortijos constituyen un ejemplo claro de construcción adaptada a las necesidades agrícolas y ganaderas. Se compone en torno a un patio central o de labor, que abre sus puertas al campo. En torno a este patio se desarrollan el resto de las edificaciones como son las cuadras y estancias del ganado, los almacenes o almazaras, y las viviendas de los jornaleros y propietarios.
Los cortijos en Los Pedroches, en comparación con los de la campiña, suelen ser mas modestos y menos vistosos, ya que solían ser menos rentables economicamente debido a la menor calidad de las tierras y con una orografía mas difícil de trabajar. Aún así, podemos encontrar una gran variedad de usos y tipologías, donde podemos encontrar cortijos olivareros y otros, dedicados a la ganadería, al cultivos herbáceos y aprovechamiento forestal.
Con la llegada de los tiempos modernos, esta forma de vida dejo de ser rentable y entró en un periodo de decadencia, quedando muchas de ellas abandonadas y en ruinas. Hoy en día, y debido al turismo, algunas construcciones han sido rehabilitadas respetando el uso tradicional, aunque los materiales, la disposición y los métodos constructivos no sean los mismos que antaño. Sin embargo, algunas otras, no pasan por ser simples viviendas campestres y han perdido la esencia del pasado.
Si estáis interesados en el tema podeís consultar el libro(dos volúmenes), "Cortijos, Haciendas y Lagares de Córdoba", que recoge los resultados del estudio-inventario realizado sobre la arquitectura agrícola en la provincia de Córdoba desde 1991 hasta el 2002 por la Junta de Andalucía. Además estos estudios han servido de base para desarrollar una exposición itinerante por distintas localidades andaluzas que tenía como título: "Cortijos, haciendas y lagares. Arquitectura de las grandes explotaciones agrícolas en Andalucía".
Desconozco si esta exposición llegó hasta Los Pedroches, ni tan siquiera, que actualmente se sigue desarrollando, pero si tengo oportunidad iré a visitarla.
Pero no sólo es interesante conocer los distintos tipos de arquitectura rural que existen en Andalucía, sino que también es necesario conocer, las costumbres, la economía y la relación de las gentes que habitaron y trabajaron en estas construcciones.
Me cuentan, que antiguamente, los aceituneros permanecían en los cortijos todo el invierno, realizando las labores propias del olivar y volvían a sus pueblos cerca del verano. Hoy en día, no tardarían mucho en completar las tareas gracias a la maquinaria agrícola y volvería diariamente a casa, incluso por caminos asfaltados.
Es importante conocer la historia de esta gente, aunque solo sea para reconocer y alabar su labor.
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